Nuestra historia comienza con la visionaria decisión de Doña Rosa, abuela del actual dueño, de aprovechar los conocimientos de su hijo recién egresado de la escuela agropecuaria de la zona y darle inicio a un pequeño negocio familiar: producir “Dulce de leche”. Era el año 1937.
Al cruzar las puertas de la fábrica que esta sobre la Avenida Carlos Tejedor, uno no puede evitar sentir trasportarse a tiempos mejores, y observa que conserva su fachada original como un homenaje a su tradición, pero manteniendo siempre muchísima proyección a futuro.
La empresa familiar fue pasando de generación en generación siendo los dos hermanos Raúl Jorge y Juan Carlos, los responsables de continuar con el sueño de su abuela. Los años pasaron, la fabrica creció siguiendo el desarrollo de una ciudad en auge, y el dulce de leche Chimbote se convirtió en un producto de calidad y excelencia para todos los hogares del país.
Ante el desafortunado deceso de Raúl Jorge en Agosto de 2010, cariñosamente conocido como “Tornillo” y titular de la marca, Juan Carlos asume la conducción de la fábrica, la cual continúa produciendo sus productos con las normas intactas y atendiendo al público y clientes de ciudades tan distantes como Iguazú, El Calafate o Mendoza.
CHIMBOTE se caracteriza por su gran espíritu de lucha, un fuerte sentido de misión, una profunda pasión por lo que se hace y un concepto de equipo de trabajo, donde se destaca el gran compromiso de sus empleados, quienes haciendo suyo el sueño de la pionera ayudaron a mantener vigente su marca. Esto sumado a la selección de las mejores materias primas a través de rigurosos estándares de calidad y una producción absolutamente artesanal, culminan en un producto que posee más de 70 años de historia.
CHIMBOTE seguirá siendo una empresa con sólidos pilares en su producción y en su espíritu luchador. Nuestra visión es apuntar a conquistar nuevos mercados manteniendo la calidad de los productos artesanales que tanto nos identifican. En un mundo conectado por internet, los horizontes comerciales se amplían insospechadamente y es nuestro momento de pensar que esta marca familiar comience a tener peso en otras ciudades de Latinoamérica y el mundo.
Hoy podemos decir con orgullo que el dulce de leche CHIMBOTE es un icono nacional, ya que la marca ha logrado mantenerse vigente en la actualidad y continúa creciendo día a día apuntando a conquistar nuevos mercados.
Te invitamos a degustar nuestros productos, y convertirte así en parte de nuestra historia, tradición y compromiso con nuestras raíces.